GLOBALIZACIÓN
El término globalización, aunque en muchas ocasiones se piensa que es reciente, tiene sus antecedentes a finales del siglo XIX y principios del XX, con algunos trabajos de intelectuales como Marx, Engels, Smith y Saint-Simon.
A pesar de su uso frecuente, no existe una definición concreta, ya que por un lado, hay quien apoya el modelo económico que ésta propone, como la economía capitalista de los países desarrollados. En contraparte hallamos una postura antigobalización de la que forman parte países como Cuba, que tiene un sistema socialista.
“La globalización es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales.” (Guillermo de la Dehesa: 2000, p. 17).
Es decir, el objetivo de ésta es la uniformidad de costumbres a través de la imposición ideológica, cultural y económica, con herramientas como la tecnología y la eliminación de fronteras para que exista “comunicación y conexión entre países”.
Empero, en realidad este planteamiento global es un eufemismo, pues hacia cualquier lado que miremos podremos apreciar la desigualdad que existe en la población, la cual se refleja en una enorme división entre los que tienen de más y a quienes les falta. Por ejemplo, no importa cuánta comida exista en el mundo, pues la distribución de esta no es equitativa, además de que no todos tiene la posibilidad de comprar alimentos para una comida adecuada, ya que aproximadamente 800 millones de personas padecen hambre en todo el planeta.
Actualmente este proceso lo encabeza Estados Unidos, púes éste representa una potencia integral, en el sentido de que no sólo tiene predominio económico, también cultural e ideológico. Como es característico de la globalización, esta invasión tiene mayor impacto en los países de la periferia, es decir, aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.
En esta investigaron se estudiarán los efectos sobre los jóvenes mexicanos en sus hábitos alimenticios, a partir de que este movimiento global se extendió hasta empresas y productos alimentarios. Fue en la década de los treinta que el consumo de los mexicanos se modificó de una dieta en la que predominaban la tortilla, fríjol, pastas, pan, huevo, carne y leche; a otra sumamente contrastante cuya base es el refresco, carnes, leches industrializadas y alimentos procesados.
Este momento marca la entrada al país da las primeras empresas transnacionales alimentarias como son Del Monte Co., Gerber Products Co., Coca Cola, Pepsico Inc., etc., todas éstas provenientes de Estados Unidos; quien sólo se ha dedicado a fabricar productos alimentarios artificiales y al mismo tiempo implementar hábitos alimenticios.
Para identificar cómo es que Estados Unidos ha introducido dichos hábitos y alimentos a nuestro país, primero hay que conocer cómo se compone su cocina. En realidad, no posee una cocina que la diferencie de otros, pues se integra por diversas cocinas de otras naciones, ya que su población esta formada por inmigrantes de diversas regiones de mundo. Sin embargo, en términos culinarios, la gastronomía estadounidense incluye hamburguesas, pollo frito, carne asada, costillas, pizza, papas fritas, hot dog y sándwiches, en otras palabras la fast food.
Y como parte de la dominación, la potencia norteamericana no dejó pasar la oportunidad de hacer de la alimentación un negocio mundial, y por añadidura implantar su cocina y hábitos al comer. Si de comida rápida hablamos, el icono mundial de ésta es Mc Donald´s, que actualmente posee 28 mil sucursales en el mundo y crea casi dos mil nuevas cada año, cuenta con la mayor cantidad de ventas al público y obtiene más ganancias del cobro de las regalías que de la venta de comida, ya que gasta más dinero en publicidad y marketing que cualquier otra marca.
Con estas cifras, es innegable el éxito que ha tenido esta franquicia en el mundo y por supuesto en México, pero lo peor de todo es que no es la única empresa transnacional que tiene auge en el país, porque a pesar de que las personas están conscientes de que no es una comida sana, la consume día a día.
JÓVENES Y GLOBALIZACIÓN
Los jóvenes constituyen una gran parte de la sociedad: son un engranaje vital de los procesos sociales, porque son una fuerza aceleradora con la capacidad de ser y poseer el futuro, lo que resulta fundamental para la actual transformación mundial por efecto de los “procesos de globalización”. Así pues, los jóvenes aceptan los cambios y los anticipan.
De este modo, la juventud se transforma en un factor y actor en la sociedad, entendiéndose ya no sólo como una fase de transición, sino como una generación independiente; una generación social que quiere describir un periodo del ciclo de vida con características esenciales propias, con una identidad en construcción que es parte activa de la sociedad.
Los efectos globales –visibles en la economía, cultura, tecnología y ciencia, así como en la ideología discrepante- abren la puerta para fomentar cambios en los jóvenes. Así que surge la postura juvenil respecto a la globalización, pues se les trata de convencer con publicidad para que sean partidarios de ella. Sin embargo, también se crea la conciencia acerca de sus peligros (uno de ellos es el alimentario, que abordamos en esta investigación) porque finalmente son los jóvenes, nuestro objeto de estudio, quienes serán afectados por esta corriente neoliberal, y por las decisiones que respecto a ella tomen, como las consecuencias en su salud al elegir productos artificiales y transnacionales en vez de los propios y naturales, pues tendrán que vivir o esas secuelas.
Los jóvenes conforman un nuevo modo de vivir, de habitar (y habituar) al mundo. Es por eso que resulta imprescindible formar buenas bases en ellos e influir en su forma de pensar y actuar, y crear opciones para su desarrollo.
La juventud es la vorágine de los procesos de globalización. En el caso de los mexicanos, está muy implantada la idea de modernización y la venta de la “ideología del empresario” para hacerlos pro capitalistas y un magnífico blanco del consumismo.
El término globalización, aunque en muchas ocasiones se piensa que es reciente, tiene sus antecedentes a finales del siglo XIX y principios del XX, con algunos trabajos de intelectuales como Marx, Engels, Smith y Saint-Simon.
A pesar de su uso frecuente, no existe una definición concreta, ya que por un lado, hay quien apoya el modelo económico que ésta propone, como la economía capitalista de los países desarrollados. En contraparte hallamos una postura antigobalización de la que forman parte países como Cuba, que tiene un sistema socialista.
“La globalización es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales.” (Guillermo de la Dehesa: 2000, p. 17).
Es decir, el objetivo de ésta es la uniformidad de costumbres a través de la imposición ideológica, cultural y económica, con herramientas como la tecnología y la eliminación de fronteras para que exista “comunicación y conexión entre países”.
Empero, en realidad este planteamiento global es un eufemismo, pues hacia cualquier lado que miremos podremos apreciar la desigualdad que existe en la población, la cual se refleja en una enorme división entre los que tienen de más y a quienes les falta. Por ejemplo, no importa cuánta comida exista en el mundo, pues la distribución de esta no es equitativa, además de que no todos tiene la posibilidad de comprar alimentos para una comida adecuada, ya que aproximadamente 800 millones de personas padecen hambre en todo el planeta.
Actualmente este proceso lo encabeza Estados Unidos, púes éste representa una potencia integral, en el sentido de que no sólo tiene predominio económico, también cultural e ideológico. Como es característico de la globalización, esta invasión tiene mayor impacto en los países de la periferia, es decir, aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.
En esta investigaron se estudiarán los efectos sobre los jóvenes mexicanos en sus hábitos alimenticios, a partir de que este movimiento global se extendió hasta empresas y productos alimentarios. Fue en la década de los treinta que el consumo de los mexicanos se modificó de una dieta en la que predominaban la tortilla, fríjol, pastas, pan, huevo, carne y leche; a otra sumamente contrastante cuya base es el refresco, carnes, leches industrializadas y alimentos procesados.
Este momento marca la entrada al país da las primeras empresas transnacionales alimentarias como son Del Monte Co., Gerber Products Co., Coca Cola, Pepsico Inc., etc., todas éstas provenientes de Estados Unidos; quien sólo se ha dedicado a fabricar productos alimentarios artificiales y al mismo tiempo implementar hábitos alimenticios.
Para identificar cómo es que Estados Unidos ha introducido dichos hábitos y alimentos a nuestro país, primero hay que conocer cómo se compone su cocina. En realidad, no posee una cocina que la diferencie de otros, pues se integra por diversas cocinas de otras naciones, ya que su población esta formada por inmigrantes de diversas regiones de mundo. Sin embargo, en términos culinarios, la gastronomía estadounidense incluye hamburguesas, pollo frito, carne asada, costillas, pizza, papas fritas, hot dog y sándwiches, en otras palabras la fast food.
Y como parte de la dominación, la potencia norteamericana no dejó pasar la oportunidad de hacer de la alimentación un negocio mundial, y por añadidura implantar su cocina y hábitos al comer. Si de comida rápida hablamos, el icono mundial de ésta es Mc Donald´s, que actualmente posee 28 mil sucursales en el mundo y crea casi dos mil nuevas cada año, cuenta con la mayor cantidad de ventas al público y obtiene más ganancias del cobro de las regalías que de la venta de comida, ya que gasta más dinero en publicidad y marketing que cualquier otra marca.
Con estas cifras, es innegable el éxito que ha tenido esta franquicia en el mundo y por supuesto en México, pero lo peor de todo es que no es la única empresa transnacional que tiene auge en el país, porque a pesar de que las personas están conscientes de que no es una comida sana, la consume día a día.
JÓVENES Y GLOBALIZACIÓN
Los jóvenes constituyen una gran parte de la sociedad: son un engranaje vital de los procesos sociales, porque son una fuerza aceleradora con la capacidad de ser y poseer el futuro, lo que resulta fundamental para la actual transformación mundial por efecto de los “procesos de globalización”. Así pues, los jóvenes aceptan los cambios y los anticipan.
De este modo, la juventud se transforma en un factor y actor en la sociedad, entendiéndose ya no sólo como una fase de transición, sino como una generación independiente; una generación social que quiere describir un periodo del ciclo de vida con características esenciales propias, con una identidad en construcción que es parte activa de la sociedad.
Los efectos globales –visibles en la economía, cultura, tecnología y ciencia, así como en la ideología discrepante- abren la puerta para fomentar cambios en los jóvenes. Así que surge la postura juvenil respecto a la globalización, pues se les trata de convencer con publicidad para que sean partidarios de ella. Sin embargo, también se crea la conciencia acerca de sus peligros (uno de ellos es el alimentario, que abordamos en esta investigación) porque finalmente son los jóvenes, nuestro objeto de estudio, quienes serán afectados por esta corriente neoliberal, y por las decisiones que respecto a ella tomen, como las consecuencias en su salud al elegir productos artificiales y transnacionales en vez de los propios y naturales, pues tendrán que vivir o esas secuelas.
Los jóvenes conforman un nuevo modo de vivir, de habitar (y habituar) al mundo. Es por eso que resulta imprescindible formar buenas bases en ellos e influir en su forma de pensar y actuar, y crear opciones para su desarrollo.
La juventud es la vorágine de los procesos de globalización. En el caso de los mexicanos, está muy implantada la idea de modernización y la venta de la “ideología del empresario” para hacerlos pro capitalistas y un magnífico blanco del consumismo.
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