viernes, 8 de junio de 2007
INTEGRANTES DEL EQUIPO
- Cabral Pérez Sarai
- Camacho Beltrán Anahid
- López Sandoval Minerva
- Rivera Ríos Alejandra
- Soriano Del Carmen Gabriela
INTRODUCCIÒN
Somos lo que comemos, por eso nuestra dieta y hábitos alimenticios reflejan no sólo una costumbre alimentaria, sino una ideología, cargada de historia y cultura: “Hablar de comida es mucho más que hablar de un mero aspecto material de la vida de los hombres. La comida de los pueblos está vinculada a su cultura. Nutrirse es un acto biológico; comer es un acto cultural” (Long, 2003, p. 397).
En México gozamos de gran variedad de platillos. Los tacos, enchiladas, tortas, pambazos, tamales y muchísimos más, forman parte del menú nacional para deleite de propios y extraños. Nadie imaginaría que el simple hecho de preparar un taco encierra siglos de historia acerca de la idiosincrasia e identidad de nuestro pueblo.
A diario consumimos alimentos de todo tipo sin preocuparnos por averiguar cuál es su procedencia. En este trabajo nos proponemos entender y explicar ese origen para comprender los hábitos alimenticios actuales y saber de qué manera la globalización influye y transforma nuestra manera de comer. Estamos rodeados de productos transnacionales; comida chatarra que “llena” pero no nutre pues está repleta de componentes químicos (conservadores, colorantes y saborizantes artificiales).
La pregunta es ¿por qué si sabemos que esos “alimentos” no son nutritivos y perjudican la salud, aún así los seguimos consumiendo? ¿Acaso es porque resulta más barato comprar una sopa Maruchan y una Coca-Cola que leche y fruta? ¿Tal vez por simple rutina alimentaria?
A lo largo de nuestra investigación intentaremos comprobar estas tentativas y rescatar nuestra verdadera cocina para encaminarnos a adoptar unos hábitos alimenticios de vida más saludable y equilibrada.
A veces la realidad en la que vivimos nos obliga a estar estresados, a hacer todo de prisa para cubrir nuestras responsabilidades. De esta manera, aspectos tan necesarios como la alimentación permanecen descuidados y terminan en segundo plano con respecto a los estudios o el trabajo.
Todos somos afectados por esta situación, en especial los jóvenes que, además del estrés, son bombardeados por la publicidad que los medios de comunicación ofrecen día con día. La gran mayoría de los anuncios están dirigidos a los jóvenes por ser ellos consumidores principales de productos como la ropa o la comida. Para tener aceptación en otros grupos juveniles, en ocasiones necesitan consumir ciertas marcas de alimentos o comer en ciertos lugares para tener status, eso les permite entrar a algún grupo de su preferencia.
Sin embargo, el principal problema por el que se descuida la manera en que nos alimentamos es, precisamente, la falta de tiempo para planear nuestras comidas. La vida en la ciudad es muy acelerada, vivimos “a las prisas”. En ocasiones, como se mencionó arriba, se descuida la alimentación por simple rutina alimentaría, es decir, un patrón de alimentación que nuestra mente y organismo ya asimilaron tanto, que es muy difícil modificarlo. Por todas esas razones, pensamos que es sumamente necesario estudiar la alimentación, sobre todo del grupo social al que pertenecemos, los jóvenes.
Nuestra cocina no sólo es deliciosa sino, además, muy nutritiva, sólo hay que saber combinar los alimentos. Durante el Porfiriato se intentó sustituir el maíz con el trigo, alegando que el primero provocaba desnutrición en las personas. Un senador de aquellos tiempos, Francisco Bulnes, explicaba que: “…la Historia nos enseña que la raza del trigo es la única verdaderamente progresista” y que “el maíz ha sido el eterno pacificador de las razas indígenas americanas y el fundador de su repulsión para civilizarse” (citado en Pilcher, M; México, 2006: pp. 6-19).
Como se vio después, el maíz nunca fue eliminado de la dieta mexicana y hasta hoy sigue siendo, ya sea en forma de tamales, tortillas o sopes, protagonista en nuestra mesa. Además, estudios posteriores a los de Bulnes, confirman que no es el maíz causante de la desnutrición. Al contrario, la pobreza es la culpable de no poder llevar una dieta equilibrada. Como se ha dicho, la combinación de alimentos nacionales desencadena en una dieta nutritiva y balanceada.
La alimentación es algo vital para la existencia humana. Un organismo no puede sobrevivir sin alimentos. Por eso es importante hacer conciencia de lo que comemos y por qué lo comemos. Además, pensamos que se necesita una educación alimenticia desde la infancia. Acostumbrar a los más pequeños que, por ejemplo, siempre será preferible una manzana a una hamburguesa de Mc Donald´s.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
CONTEXTO SOCIO – HISTÓRICO
Alimentación en el México antiguo
En el México antiguo la alimentación se basaba principalmente en el maíz, fríjol y calabaza, sus alimentos fundamentales y con los que se daban por bien comidos. Otros alimentos fundamentales en su dieta eran la carne de guajolote que desde entonces se preparaba con mole, este era elaborado con chiles de varias clases tostados y molidos, granos de cacao y de cacahuate, y otro tipo de carne que consumían era la carne de perro.
En el trayecto para pasar a Tenochtitlán, encontraban diversas especies de insectos que fueron aprovechados para su alimentación y con el tiempo se convirtieron en un elemento básico en su dieta, algunos de los más importantes eran: los gusanos de maguey, los escamoles, los chapulines, el ahuahutle y los jumiles. Estos contenían un alto grado proteínico incluso más elevado que muchos alimentos consumidos hoy en día como el huevo, la leche fresca de vaca, el pollo, el hígado de res o el arroz. Existían distintas maneras de prepararlos, tradicionalmente se freían, asaban o simplemente se comían crudos, los preparaban en forma de mixiotes y tamales o mezclados con chiles o vegetales, entre los cuales estaban la calabaza, el camote y la papa.
La complexión de los pobladores de México era delgada, dado que ayunaban como ofrenda a sus dioses, teniendo como habito alimenticio ingerir sólo dos comidas al día por sus arduas jornadas de trabajo en el campo, a excepción de los huey tlahtoani (reyes azteca) que recibían tributos e intercambiaban productos de distintos reinos.
Un alimento que fue utilizado como moneda durante los intercambios fue el cacao, además con este se preparaba una bebida espumosa y fría que solo podía ser ingerida por los nobles aztecas, mientras que los demás pobladores sólo podían degustarlo durante las ceremonias.
“Buen dinero era ese que tenia la ventaja de comerse” (Valle Arizpe, México antiguo, Pág. 182)
La preparación de las tortillas era un ritual diario realizado por las mujeres, el cual consistía en una serie de pasos escrupulosos. El primer paso era hervir el maíz con agua y cal, lo que permitía agregar al maíz nutrientes como el calcio, la riboflavina y la niacina, después la mujeres pasaban largas horas arrodilladas frente al metate moliendo laboriosamente el maíz, por ultimo formaban una pasta que amasaban con delicadeza para formar las tortillas que cocían en el comal. Esta misma masa se usaba para preparar tamales, atole, tlacoyos, tlayudas, pellizcadas y huaraches.
Otro alimento primordial era el chile, del cual existía una gran variedad como: cascabeles, poblanos, chipotles, habaneros, anchos, entre muchos otros. Este típico y primordial alimento era consumido en la mayoría de los platillos. Además se usaba como una forma de castigo para los niños, hacían una fogata en la cual asaban los chiles para que estos humearan, dicho humo debía ser aspirado por los niños, y les provocaba tos y ardor en los ojos.
Otros alimentos básicos en la alimentación de los antiguos mexicanos eran los nopales y los frijoles de los cuales existían distintos tipos: negros, bayos, blancos, amarillos, garrapatos, trepador, tepari y muchos otros. Del nopal se aprovechaban las pitahayas (tunas) y el gusano blanco que nacía en ellos, mientras que las pencas se utilizaban para usos medicinales.
Los indígenas gozaban de gran variedad de frutos durante todo el año. Como ejemplos tenemos: jícama, chirimoya, zapote, guayaba, tejocote, capulín, ciruela, guanábana, nanche, mamey, papaya, piña y coco, entre otros.
A raíz de la llegada de los españoles se diversificaron los alimentos y se modificaron los hábitos alimenticios de los indígenas. Los conquistadores introdujeron los productos de origen animal, como leche, huevo, manteca y queso.
Conquista y comida
La verdadera e inagotable riqueza que México brindó al mundo fueron los frutos de la tierra. Esta cesión no constituyó un despojo privativo de su riqueza náhuatl ni representa su empobrecimiento, sino que crea una comunicación e intercambio de bienes. Lo que no se acaba, nuestras semillas, plantas y frutas, llevaron y llevan por todo el mundo el tributo generoso de México, propagando el surgimiento y fusión de alimentos y nombres. Esta propagación mundial de dones mexicanos, más valiosos que el oro, rescata la sabiduría de los antiguos habitantes de México para sobrevivir a la conquista y ajustarse al mestizaje, sobreviniendo así un largo periodo de ajuste y entrega mutuos.
De este modo, se mezclaron el maíz, chile, fríjol, jitomate, guajolote, cacao y yerbas con el recién llegado trigo, arroz, cerdo, res, queso, leche, azúcar, especias y aceites para concebir a la tradicional comida mexicana de una nueva nación. Surgieron entonces muchos de las recetas y los platillos que se consumen comúnmente hoy en día: atoles y cacos enriquecidos con leche y azúcar; tortillas transformadas en garnachas –sopes, tostadas, chalupas, tacos, enchiladas, chilaquiles, gorditas, etc.-los tamales esponjosos por la manteca; el mole con pollo y ajonjolí; los frijoles con queso y crema, y el cocimiento de todos los alimentos en ollas.
Los europeos trajeron, asimismo, animales como la vaca (y con ella los productos lácteos), la gallina (y con ella el huevo), el cerdo, la cabra y el carnero. En lo que concierne a frutas y legumbres, los españoles nos obsequiaron el olivo, el trigo, la vid, el naranjo, el limón, la lima, el manzano, el peral, la fresa, el durazno, el membrillo, el higo, la granada, el melón, la toronja, la castaña, el melocotón, el ajo, la col, la zanahoria, la coliflor, la remolacha, el rábano, la acelga, el espárrago, el nabo, el chícharo, las habas, las lentejas, las alcachofas y la lechuga. Y no tardaron en llegar otros alimentos que hemos hecho nuestros, como la sandía –cultivada en Egipto desde el siglo V antes de Cristo- que, por el hecho de tener los tres colores de la bandera nacional (verde, blanco y rojo), se ha convertido en una fruta nacional y se ha incluido en numerosas pinturas, como las de Frida Khalo, artista cien por ciento mexicana. (Del Paso, Fernando; México, 2002. p. 1100).
Pese a tantas transformaciones, prevaleció el gusto mexicano al español al sobrevivir en toda esta nueva gastronomía el elemento principal de nuestra verdadera cocina: el chile, añadido a casi todos los guisos, siendo el protagonista que le da sabor a la comida y convirtiéndose en pieza fundamental de la cocina de la Nueva España, siendo aceptado por el paladar español.
Las secuelas de la Revolución Mexicana: primeros contactos de la globalización gastronómica
La segunda guerra asestó numerosos efectos a la gastronomía de la Ciudad de México, pronto ascendida a los tres millones de habitantes. El más importante fue la importación del horario corrido de trabajo para oficinas y tiendas –durante el gobierno del presidente Ávila Camacho- De golpe, se indujo a los mexicanos a adoptar el horario y el programa nutricional de los norteamericanos: un lunch ligero a medio día, apurado durante la hora escasa en el receso dentro del tiempo corrido de trabajo y la posibilidad de tomar, como los yankees, la comida principal, el dinner, a las seis o siete de la tarde.
Esto representó un drástico adiós a la mesa familiar con su minuta tradicional y tan copiosa que invitara a una siesta. La señora de la casa comería sin ganas cualquier cosa; y la cocinera (además de que empezaba a escasear el género) ya no era indispensable. El señor comería fuera, en el centro; así se ahorraban viajes incómodos e innecesarios en el camión. Las tiendas no cerraban a mediodía, como en la añeja costumbre, y eso tenía sus ventajas. Por la tarde, temprano: a las seis, el señor y la señora podrían encontrarse en el centro, merendar juntos e ir al cine. Empezaron a abundar los merenderos –de todos precios y tipos-
El cambio de horario propuso inducirnos a comer fuerte y pesadamente de noche, mas no lo logró entre las clases media y baja. Las cenas quedaron reservadas a los ricos y a los extranjeros en los restaurantes de lujo y los cabarets. A los demás sectores de la sociedad siguió -aún después del lunch moderado del medio día- bastándoles con el antojo de la noche el famosísimo café con leche de los chinos acompañado de un pan (bisquet) o la torta compuesta.
La invasión y papel de los extranjeros apareció y se hizo presente en la dieta diaria de los mexicanos:
La invasión de los chinos
A finales del siglo pasado, muchos chinos llegaron a México al servicio de cocina de los ferrocarriles y de las compañías petroleras para sus campamentos. Pronto, algunos de ellos establecieron fondas, pues al llegar a la Ciudad sabían preparar lo que se desayuna en los Pullman –huevos con jamón, hot cakes, panecillos y café aguado- de modo que aprendieron a satisfacer el gusto menos simple de los viajeros mexicanos, que eran sus clientes por los veinte minutos de la “parada”: los huevos revueltos o rancheros, el bistec y los frijoles, que se fueron quedando, arraigando en México. Los chinos abrieron cafés por los barrios. Hacían el pan, distintos bizcochos (panqués) que exhibían tentadores en un pequeño escaparate a la entrada de la diminuta cafetería.
Nuestro pequeño Chinatown vino a asentarse en las calles y callejones de Dolores. Allí aparecieron fondas que además de servir lo típico oriental (té verde y platillos como el chop suey), iba imponiendo el gusto de la clientela mexicana. Pero la aculturación gastronómica china-mexicana no ocurrió en ese centro, ni entorno a sus especialidades, sólo buscadas por uno que otro conocedor en busca de lo exótico. Aquel mestizaje se consumó en los barrios y los cafés modestos al que acudían oficinistas y a merendar los vecinos y novios.
Cuando por fin la ciudad adivinó el cosmopolitismo y la sobrepoblación, hubo ya modo y mercado para que las exóticas comidas orientales se ofrecieran en restaurantes suntuosamente decorados ad hoc, pudiéndose degustar en la Zona Rosa toda suerte de aproximaciones a lo hawaiano, tailandés, japonés, indonesio, hindú o chino, aunque distaran mucho de su verdadera preparación y fueran aderezados con todo tipo de salsas para deleitar el paladar del cliente (no faltaba el estadounidense que pidiera catsup ni el mexicano que quisiera una salsa picante)
Restaurantes y hoteles fueron desde el principio la actividad a la que los franceses se dedicaron con éxito y pericia en el México del siglo XIX. El afrancesamiento de las costumbres –que también cundió contemporáneamente en España, para irritación de los puristas- consistió sobre todo en elevar el nivel de la elegancia en torno a la mesa del restaurante. Una minuta redactada en francés confería una clara superioridad a quien pudiera descifrarla, y le brindaba una patente de aristocracia y distinción.
Los franceses poseían el secreto de bautizar con nombres rimbombantes y desorientadores los muy variados platillos que enlistaban en sus restaurantes. No le llamaban al pan pan, ni al vino vino, sino de muchas impresionantes maneras, a lo que sólo el experto conocedor o al paladeo, revelaran que no era más que carne, huevo, pollo o pescado debajo de unas salsas bien ligadas, ya obscuras, ya blancas, que también recibían nombres especiales: Mornay, béchamel, bearnaise, etc.
No es pues de sorprender que los ricos mexicanos de esta centuria, sucumbieran a la seducción arrolladora e irresistible de la cuisine francaise, ni es de censurar que los presidentes y los ministros de relaciones se valieran de los chefs franceses para la organización y el servicio palaciego de los banquetes oficiales destinados a halagar a los diplomáticos extranjeros e intentar quedar bien.
Frente a estos nuevos teules del buen comer, los nuevos mexicas se rendirían de asombro ante del descorche de la champagne, sometiéndose gustosos a un nuevo bautismo. Adoptaron una nueva y refinada indumentaria, usos y costumbres. Se disfrazarían de bons gourmets en concordancia con su eminente posición política y económica, o ambas. Pero ¿hasta qué punto? Mientras la gente los mirara: en banquetes, embajadas o fiestas. Sin embargo, arraigado en lo más profundo de su estómago, aristócratas y políticos sintieron la oprimida pero latente apetencia de lo que, al restituirse en la privacidad de su casa, le pedían a su señora: ¡un buen plato de chilaquiles!
La influencia de Estados Unidos
La fascinación por el vecino del norte tuvo su auge durante el Porfiriato. La influencia norteamericana empieza a valerse de sus eficaces agencias de penetración: el cine, la publicidad, la moda, la idea del mundo moderno y la practicidad del sándwich, el hot dog y la hamburguesa para afectar la costumbre alimenticia de la capital. La cocina francesa parece batirse en retirada; sin embargo hay quienes la preservan y delegan a las nuevas generaciones. Pese a ello, el estrellato es de la introducción del imperialismo blanco yankee, con fuertes estandartes y toda una ideología que literalmente “se come”.
Llegan los años veintes, y con ellos el decaimiento de las costumbres de la capital, que no mueren pero sí se transforman. Sanborn’s instala su primer núcleo cerca del palacio que poco después hará todo suyo; del que surgirán muchas sucursales en una ciudad estallada hacia todos los rumbos. Porfirio Díaz y su esposa eran asiduos de los Sundaes y Bananas Splits, al igual que toda la "crema y nata" de la sociedad mexicana que se reunía en este clásico establecimiento. La vieja costumbre mexicana de merendar fuera de casa hallará atractivos los nuevos cafés, enriquecidos con fuentes de sodas en los que se aprendió a comer en mostrador (en barra) y con caballerizas, como en el pullman y los exclusivos clubes.
Sanborn’s se mexicanizó incluyendo chilaquiles y molletes en su menú. En este exclusivo restaurante se podían (y ahora en la actualidad) encontrar lo mismo una hamburguesa con papas a la francesa que tamales.
Una serie de usos y costumbres se han ido permeando insensiblemente entre los mexicanos en los últimos treinta años, procedentes de los Estados Unidos: “la jornada corrida de trabajo, tanto en las oficinas y comercios, como en las fábricas favorece la incorporación del quick lunch o almuerzo rápido, el hábito de comer fuera del hogar, la preferencia de la cerveza al pulque dentro de las clases medias y proletarias, y la preferencia del whiskey al cognac en las clases altas a nuestras costumbres(…) En suma, los cambios sufridos en el régimen de las costumbres mexicanas son el resultado de la influencia directa de los Estados Unidos o de la reforma sufrida en nuestra estructura económica, o de la tendencia generalizada en el mundo a la simplificación de los hábitos, o en fin, de todos estos elementos combinados” (Pilcher, M. México, 2001. p. 173).
La Revolución Mexicana fue una época compleja en la que el armamentismo impactó la gastronomía de una ciudad cuyos hábitos no podían alterarse de golpe; cuya estructura social se categorizaba en tres clases rotundas a sus habitantes: la clase desvalida de los “pelados” (los léperos del siglo anterior) que incluían a los indígenas, y cuya dieta seguía siendo la secularmente perdurable de maíz, fríjol y chile; la clase media, que a la dieta de los más pobres añadía el español “caldo” o la “sopa aguada”. Esta sopa no era siempre caldo; en vez de uno solo, dos o aún tres guisados (“te sirvo un poquito porque falta el antojito”) y el antojito con frijoles como los pobres, sólo que bien refritos de hasta siete cazuelas y con totopos y queso añejo espolvoreado de la hacienda. La “sopa seca” consistente en arroz “a la mexicana”, por ejemplo, se enriquecía con quesadillas laterales de huitlacoche, o con hongos; algún guisado hecho con la carne que ya había rendido su sustancia en el caldo –y los imprescindibles frijoles- Los “complementos: sota, caballo y rey”, como se decía con burlesca resignación, los tres amigos del pobre.
Muy arriba se encontraba la clase superior: los ricos. Los sirvientes humildes, sumisos, “criados” llevaban a la casa solemne, uno a uno, los grandes platones después de la sopera distribuida por el amo.
El común denominador que consumían las clases por igual, fue el pulque, disfrutado igual en cantinas por los indios pobres hasta caer ebrios, hasta por los ricos hacendados, traído con discreción.
Todo esto y las siestas, y los criados indígenas y sumisos, y los braseros de carbón; el metate, el molcajete, las ollas, cazuelas, cucharas de madera, molinillo, el cedazo de cerda, se acabó. Fue barrido, vencido, superado por la intromisión extranjera.
Entonces se dejan a un lado las antiguas costumbres: se cocina con gas y trastos de aluminio. Adiós al brasero, al aventador, al carbón, metate, molcajete. Nos auxilia una licuadora capaz de triturar sin discernimiento, granos sin hollejos frutas y cáscaras; y un refrigerador con el que podemos preservar en hibernación pollos y pescados. Y también se tienen legumbres en lata, café en pollo, y tortillas fraguadas en máquina.
La alimentación en México a partir de su entrada en el universo de la globalización.
El año de 1982 marca la entrada de México en el universo de la globalización de las economías, desde entonces nuestro país ha venido cumpliendo todos los requisitos económicos para la reestructuración de su economía. En ese mismo año se declara la crisis de la deuda entre países en desarrollo, siendo México la economía más endeudada.
Las tendencias del consumo alimentario en México y el mundo al comenzar el siglo XXI obedecen fielmente al contexto de la mundialización en que evolucionan las economías en los últimos años, caracterizado por la rápida y creciente homogenización de los patrones de consumo a nivel internacional, así como de una participación cada vez menos importante de los productos primarios en el comercio, y donde Estados Unidos juega un papel protagónico (Novo, Salvador; México, 1967, p. 196)
Para ejemplificar la incursión de alimentos extranjeros en el consumo nacional, abordaremos un caso muy peculiar y extravagante en los pobladores indígenas de San Juan Chamula Chiapas. Los habitantes de este lugar tienen cierto fanatismo por la Pepsi cola; los caciques convencieron a la población de utilizar el refresco para ocasiones rituales, por ejemplo, como dote de la novia en la celebración matrimonial. Los dirigentes religiosos celebraban los servicios eclesiásticos con Pepsi, no con vino, diciéndoles a sus fieles que el gas carbónico expulsa los malos espíritus y limpia el alma. (Pilcher, M; México, 2001: p. 177).
En este ejemplo podemos observar los grandes alcances que tienen las empresas trasnacionales como Pepsi CO llegando a lugares tan remotos para implantar el gusto por sus productos en la población de escasos recursos económicos y educativos.
Poco a poco la costumbre de convivir con la familia a la hora de la comida se fue perdiendo. Anteriormente las jornadas de trabajo permitían comer en casa y reposar para después regresar a sus labores. Pero con el tiempo las jornadas laborales crecieron y la hora de la comida se redujo, provocando la necesidad de comer en un lugar más cercano del trabajo en lugar de trasladarse hasta el hogar. La industria restaurantera se convirtió en la gran respuesta a la necesidad de obtener alimentos cerca del lugar de trabajo.
La introducción de nuevas tecnologías al país propicio la llegada de empresas extranjeras como la Coca-cola, que llegó a México durante el Porfiriato. Así mismo otros alimentos enlatados y producidos artificialmente comenzaron a formar parte de la comida mexicana, por ejemplo, los cubos de consomé de pollo hechos a base de sal sustituyeron ingredientes naturales como la cebolla, el jitomate y el pollo.
Estados Unidos ejerció gran influencia sobre México impactando en sus costumbres y hábitos alimenticios, convirtiéndolo en un pueblo consumidor. El mercado creciente y la diversificación cada vez mayor de los libros de cocina reflejaban la mayor difusión de los valores consumistas entre las clases medias. “Estados unidos era el ejemplo no sólo de frenesí de gastos de posguerra, sino también de la tecnología y mercadotecnia que exportaba para fomentar la industria de bienes de consumo en México.” (Ibíd. 2000, p.191).
La cocina de Estados unidos está conformada por alimentos de fácil preparación e ingestión. Los norteamericanos siempre preocupados por la practicidad y ahorro de tiempo han creado la industria de la Fast Food, donde encontramos alimentos como hamburguesas, pizzas, hot dog, papas fritas, aderezos, polo frito y otros.
En México estas empresas de comida rápida han tenido gran aceptación, porque resulta ser más sencillo adquirir estos alimentos, por el poco tiempo destinado a la comida, además de que resulta más económico. La gente recurre a lugares como Mc Donald´s, Burger King, Dominós pizza, Pizza Hot, KFC, Taco Inn, entre otros además de recurrir a productos empacados que requieren de poco tiempo para su preparación y consumo, como por ejemplo: la sopa Maruchan, Tostitos, pizza instantánea, etc.
Estas empresas y marcas deben su consumo en gran medida a la publicidad que les proporcionan los medios de comunicación. Muchos jóvenes por ejemplo son grandes consumidores de lo que los medios les venden, así mismo la publicidad tiende a dirigir sus productos hacia los jóvenes.
Las campañas publicitarias del refresco Pepsi es un claro ejemplo de cómo se utilizan los gustos musicales de los jóvenes para atraerlos y generar el consumo, algunos de los artistas que han estado en estas campañas, son ídolos juveniles que atraen a las masas como Britney Spears, Juanes, Julieta Venegas, Molotov, entre otros.
El estado ha perdido control en la educación y los medios de comunicación masiva, parecen educar a la gente para convertirla en consumidores potenciales.
Problema de investigación
Transformación de los hábitos alimenticios de los jóvenes mexicanos como consecuencia de la globalización.
Pregunta de investigación:
¿Qué efecto tiene la globalización en la transformación de los hábitos alimenticios de los jóvenes mexicanos?
Preguntas particulares de investigación:
¿Cómo era la alimentación en el México antiguo?
¿Cuáles fueron las consecuencias en los hábitos alimenticios después de la llegada de los españoles?
¿Cómo ha transformado la globalización los hábitos alimenticios en la población juvenil de México?
3.1 ¿Qué comen hoy en día los jóvenes?
3.2 ¿Cuáles son las principales repercusiones en la salud de los jóvenes por los cambios en su alimentación
¿Cómo influye la publicidad en los jóvenes para el consumo de alimentos introducidos por la globalización?
Objetivo general:
Analizar el proceso de transformación y consecuencias que provoca la globalización en los hábitos alimenticios de los jóvenes mexicanos.
Objetivos particulares:
1. Conocer la alimentación de la población en el México antiguo.
2. Comparar los hábitos alimenticios de los mexicanos antes y después de la llegada de los españoles.
3. Entender la intervención de la globalización y sus efectos en los hábitos alimenticios de los jóvenes mexicanos.
3.1 Conocer el tipo de alimentos que los jóvenes mexicanos consumen a raíz de la globalización.
3.2 Identificar los principales trastornos alimenticios ocasionados por la mala alimentación, como producto de la globalización.
4. Analizar el efecto de la publicidad en el consumo de alimentos extranjeros.
Justificación:
Para nosotras es importante difundir y fomentar la gastronomía original mexicana que se caracterizaba por ser nutritiva, balanceada y deliciosa. Además, en el ámbito académico, nos interesa enriquecer el acervo bibliográfico acerca del tema y compartir con los jóvenes estudiantes la experiencia y resultados a los que nos llevó esta investigación. Socialmente nos interesa crear conciencia de los malos hábitos alimenticios que existen en la actualidad y sus graves consecuencias en la salud.
Pero, sobre todo, nos interesa conocer cuál es la principal razón que orilla a los jóvenes a comer lo que pueden y no lo que deben. También es urgente revisar las consecuencias que una mala alimentación provoca en el organismo; conocer las enfermedades más recurrentes entre los jóvenes a causa de un deficiente consumo de nutrientes.
Será también muy agradable, adentrarnos en una parte de la Historia nacional más agradable que otras: la comida. Se ha dicho reiteradas veces que la comida es un elemento imprescindible en la vida de cualquier persona pero para un mexicano no es sólo el hecho de comer lo que le interesa: tiene un especial y atinado sentido del gusto, un paladar exigente a la hora de saborear los alimentos. Desafortunadamente, esta característica tan peculiar se ha extinguido en los últimos años a causa de la globalización.
Por eso, nos proponemos analizar de qué manera este fenómeno social ha afectado esta acción –alimentarse- tan esencial para la vida cotidiana.
Hipótesis:
Los hábitos alimenticios de los jóvenes mexicanos se han transformado por el ritmo acelerado de vida y el bombardeo de publicidad, ambos producidos por la globalización.
MARCO TEÓRICO
Jóvenes (18 a 27 años)
Definición
Porcentaje de jóvenes en la población.
Ocupación.
Formación de la identidad (estereotipos)
Globalización
1. Definición.
2. Influencia extranjera en la formación de los hábitos alimenticios.
3. Empresas alimenticias y productos transnacionales.
Alimentación.
Definición
Hábitos alimenticios
Tipos de alimentos
Trastornos alimenticios:
4.1 Bulimia
4.2 Anorexia
4.3 Obesidad
5. Desnutrición.
Jóvenes
La juventud es una transición evolutiva de la adolescencia a la edad adulta. Según el cuadro de periodos evolutivos de Santrock, la adolescencia comienza entre los 10 y 13 años de edad y termina entre los 18 y 22 (Santrock, 2003, p. 15). Este mismo autor sostiene que ninguna etapa del crecimiento humano es homogénea, ni que se pasa de una otra abruptamente. Por eso, propone la existencia de transiciones evolutivas.
Fue el sociólogo Kenneth Kennison quien sostiene que entre la adolescencia y la etapa adulta existe una transición que dura de dos a ocho años: la juventud. El sociólogo habla de que en esta etapa se presenta inestabilidad económica; el interés por una carrera y un plan de vida se hacen más evidentes que en la adolescencia. Asimismo dice que: “Recientemente la transición entre la adolescencia y la etapa adulta se han denominado adultez emergente. El intervalo de edad aproximado de esta etapa está comprendido entre los 18 y 25 años. La adultez emergente se caracteriza por la experimentación y exploración. En este punto del desarrollo muchas personas todavía están decidiendo qué trayectoria profesional quieren seguir, cómo quieren construir su identidad y qué estilo de vida quieren adoptar…” (Santrock, p. 17).
La población juvenil en México es de 33.6 millones, esto representa el 35% de la población total. (Encuesta Nacional de Juventud 2000)
Por primera vez en nuestro país se cuenta con este importante acervo informativo, que nos permitirá conocer más acerca de este significativo grupo que representa el 35% de la población y que desempeñará un papel estratégico en el futuro del país.
En su concepción más general, el término juventud alude al ciclo de la vida en el que las personas transitan de la niñez a la condición adulta, y durante el cual ocurren importantes cambios biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Sin embargo, las dinámicas y transformaciones que se producen en la juventud varían según las sociedades, las culturas, las etnias, las clases sociales y el género.Tradicionalmente, se identificó a la juventud como una fase de transición entre dos etapas: la niñez y la adultez. De esta manera, se entendió a la juventud como un proceso de transición, en que los niños se van convirtiendo en personas autónomas. En el lenguaje cotidiano, joven era sinónimo de inmaduro, incapaz de asumir grandes responsabilidades adecuadamente; su papel se concebía como moratoria y aprendizaje para el trabajo, la conformación de una familia y la autonomía de la vida adulta (CEPAL/OIJ 2004).Para Naciones Unidas, juventud es aquella población cuya edad está comprendida entre los 15 y los 24 años. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere a la gente joven como aquella que tiene entre 10 y 24 años, y la divide en dos grupos: adolescentes, de 10 a 19 años, y jóvenes, de 15 a 24. A nivel mundial se considera como jóvenes a aquellas personas que tienen entre 15 y 24 años de edad, siguiendo el criterio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, no hay que olvidar que cada sociedad le da un significado, atributos y exigencias particulares a lo que es ser joven.La definición de la juventud en función del rango de edad presenta ventajas y desventajas. Ventajas porque ayuda al análisis y manejo estadístico, aunque limita el tratamiento de la juventud como una construcción social. Las ciencias sociales estudian hoy la problemática de la juventud desde esta perspectiva. Así, parten del reconocimiento de que su concepción difiere de un país a otro en función de las condiciones y el imaginario social de cada comunidad. De acuerdo con esta lógica, limitar el concepto a la edad sería algo arbitrario (Bourdieu, 1990).
En tanto a construcción social, la juventud, como concepto, cambia en el tiempo y en el espacio. Como es obvio, hay un elemento biológico que, aunque varía en sus delimitaciones, ha sido y sigue siendo un factor determinante para que cada sociedad defina a qué segmento poblacional ubica en la etapa de la juventud.Se trata de algo más que una categoría de edad o de un proceso intermedio entre la niñez y la madurez: la juventud es, ante todo, una cualidad que atraviesa transversalmente una serie de características de un grupo de población (Camey 2002). Por eso, es más propio hablar de juventudes, en plural, más aún si se toman en cuenta las diversidades étnicas, sociales y culturales, así como las profundas diferencias económicas asociadas a las dinámicas sociales (CEPAL 2003).Asimismo, a partir de los criterios que ofrecen los enfoques biológicos y psicológicos, existe un relativo acuerdo respecto de la edad de inicio de la juventud. Se considera que el desarrollo de las funciones sexuales y reproductivas sería el punto de partida de los cambios físicos, biológicos y psicológicos que permiten diferenciar la niñez del inicio de la adolescencia y la consiguiente juventud.Desde el punto de vista del desarrollo bio-psico-social, el inicio de la juventud se asocia a la pubertad y la adolescencia, con todos los cambios psicológicos y hormonales que dicho proceso conlleva, como la identificación sexual y el desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias, la búsqueda de la autonomía e independencia, el cambio de la importancia en los grupos de referencia (pasando de una primacía de la familia a la del grupo de pares), el diseño de proyectos personales de vida, entre otros rasgos definitorios.El límite entre juventud y adultez se ha asociado al inicio de la vida laboral, la conformación de una nueva familia y el rol de padre o madre.Es más difícil, sin embargo, establecer un acuerdo acerca del límite de la edad joven. Esta frontera está determinada por factores sociales que se modifican en el espacio y el tiempo, y que están relacionados con la dinámica de la producción, la conformación de un núcleo familiar, entre otras variables (CEPAL 2003).La heterogeneidad de los roles de las juventudes es bastante evidente cuando se ven las realidades urbanas y rurales. La literatura sobre juventud señala que actualmente, dada la incertidumbre del empleo para este sector poblacional, así como la expectativa de los proyectos de vida y el papel de la educación en dichos proyectos, se tiende a conformar una familia a mayor edad que antes.
4. FORMACION DE LA IDENTIDAD (ESTEREOTIPOS)
Dime lo que comes y te diré lo que eres.
Los jóvenes en México mantienen gran apego e identificación familiar. Los padres ejercen una reconocida autoridad sobre sus hijos y la madre constituye el principal apoyo moral.
Los adolescentes siempre buscan su identidad e independencia, son multifacéticos y manifiestan diferentes gustos, de manera que esta etapa de la vida es una de las más difíciles, pues es el momento oportuno para que los padres intervengan en la educación y nutrición y logren asegurar la salud y bienestar de los jóvenes.
Los jóvenes eligen su tipo de alimentación en relación con un código moral impuesto por la sociedad, tomando en cuenta que desempeñan una apariencia física personal para ser aceptados. Hoy en día las mujeres que van a la moda siguen dietas muy restrictivas y reducidas en calorías con el fin de conseguir una silueta esbelta.
La proliferación de los medios visuales (periódicos, revistas y televisión) en nuestra sociedad, sin duda ha incrementado la importancia de la estética en la selección de los alimentos, en donde las mujeres son las más susceptibles a los cambios.
La identidad es un proceso identificador a través del cual las colectividades crean distinciones, establecen jerarquías y reglas de exclusión e inclusión. Posee tres dimensiones:
La identidad tiene una dimensión locativa, es decir, a través de la identidad el individuo se coloca en el interior de un campo simbólico. El individuo define la situación en la cual se encuentran, y traza fronteras que delimitan el territorio del sí mismo.
La identidad tiene una dimensión selectiva en el sentido de que el individuo, una vez que ha definido las fronteras y los contenidos de la situación está en condiciones de ordenar las propias preferencias y así poder elegir unas elecciones y rechazar otras. Por ello, ésta se entiende como un proyecto.
También la identidad posee una dimensión integrativa, pues a través de ella el individuo dispone de un marco interpretativo que vincula la experiencia pasada, presente y futura.
Identidad juvenil
La identidad juvenil se construye a partir de la variedad de contextos y papeles asumidos por los actores en los distintos niveles de la sociedad, es decir, mundos autónomos e incluso contradictorios entre sí, en los cuales los jóvenes interactúan. Esta identidad de jóvenes modernos los convierte en actores sociales dentro de una comunidad, estatus y posición social, con base en los cuales construyen su propia identidad con intereses y acciones que responden a la pertenencia dentro de cierto grupo, creando un proyecto de vida fundamentado en su identidad juvenil y social. Por ello es que se conforman las llamas tribus urbanas en este contexto, donde el territorio, la imagen, el estilo y los hábitos adquieren una gran importancia simbólica para diferenciarse, pero a la vez identificarse en un cierto grupo.
Estereotipo
Un estereotipo es la síntesis de características anímicas, intelectuales y de imágenes aceptadas o impuestas a determinado grupo social o regional. Se manifiesta en una gran cantidad de representaciones, conceptos y actitudes.
Estilo de vida
Los estilos de vida son pautas de acción que diferencian a las personas. Constituyen un proceso de autoconstrucción de la identidad socia, por medio de los cuales los actores conforman marcas de distinción con respecto a otros actores sociales.
Un estilo de vida es un modo de vivir distintivo, compartido por una colectividad de personas que tiende a expresarse como consumo de bienes y servicios relacionados con la cultura del consumidor. Por ello, representa un modo pautado de apropiarse bienes culturales con el fin de manifestar un estatus.
Globalización
El término globalización, aunque en muchas ocasiones se piensa que es reciente, tiene sus antecedentes a finales del siglo XIX y principios del XX, con algunos trabajos de intelectuales como Marx, Engels, Smith y Saint-Simon.
A pesar de su uso frecuente, no existe una definición concreta, ya que por un lado, hay quien apoya el modelo económico que ésta propone, como la economía capitalista de los países desarrollados. En contraparte hallamos una postura antigobalización de la que forman parte países como Cuba, que tiene un sistema socialista.
“La globalización es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales.” (Guillermo de la Dehesa: 2000, p. 17).
Es decir, el objetivo de ésta es la uniformidad de costumbres a través de la imposición ideológica, cultural y económica, con herramientas como la tecnología y la eliminación de fronteras para que exista “comunicación y conexión entre países”.
Empero, en realidad este planteamiento global es un eufemismo, pues hacia cualquier lado que miremos podremos apreciar la desigualdad que existe en la población, la cual se refleja en una enorme división entre los que tienen de más y a quienes les falta. Por ejemplo, no importa cuánta comida exista en el mundo, pues la distribución de esta no es equitativa, además de que no todos tiene la posibilidad de comprar alimentos para una comida adecuada, ya que aproximadamente 800 millones de personas padecen hambre en todo el planeta.
Actualmente este proceso lo encabeza Estados Unidos, púes éste representa una potencia integral, en el sentido de que no sólo tiene predominio económico, también cultural e ideológico. Como es característico de la globalización, esta invasión tiene mayor impacto en los países de la periferia, es decir, aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.
En esta investigaron se estudiarán los efectos sobre los jóvenes mexicanos en sus hábitos alimenticios, a partir de que este movimiento global se extendió hasta empresas y productos alimentarios. Fue en la década de los treinta que el consumo de los mexicanos se modificó de una dieta en la que predominaban la tortilla, fríjol, pastas, pan, huevo, carne y leche; a otra sumamente contrastante cuya base es el refresco, carnes, leches industrializadas y alimentos procesados.
Este momento marca la entrada al país da las primeras empresas transnacionales alimentarias como son Del Monte Co., Gerber Products Co., Coca Cola, Pepsico Inc., etc., todas éstas provenientes de Estados Unidos; quien sólo se ha dedicado a fabricar productos alimentarios artificiales y al mismo tiempo implementar hábitos alimenticios.
Para identificar cómo es que Estados Unidos ha introducido dichos hábitos y alimentos a nuestro país, primero hay que conocer cómo se compone su cocina. En realidad, no posee una cocina que la diferencie de otros, pues se integra por diversas cocinas de otras naciones, ya que su población esta formada por inmigrantes de diversas regiones de mundo. Sin embargo, en términos culinarios, la gastronomía estadounidense incluye hamburguesas, pollo frito, carne asada, costillas, pizza, papas fritas, hot dog y sándwiches, en otras palabras la fast food.
Y como parte de la dominación, la potencia norteamericana no dejó pasar la oportunidad de hacer de la alimentación un negocio mundial, y por añadidura implantar su cocina y hábitos al comer. Si de comida rápida hablamos, el icono mundial de ésta es Mc Donald´s, que actualmente posee 28 mil sucursales en el mundo y crea casi dos mil nuevas cada año, cuenta con la mayor cantidad de ventas al público y obtiene más ganancias del cobro de las regalías que de la venta de comida, ya que gasta más dinero en publicidad y marketing que cualquier otra marca.
Con estas cifras, es innegable el éxito que ha tenido esta franquicia en el mundo y por supuesto en México, pero lo peor de todo es que no es la única empresa transnacional que tiene auge en el país, porque a pesar de que las personas están conscientes de que no es una comida sana, la consume día a día.
JÓVENES Y GLOBALIZACIÓN
Los jóvenes constituyen una gran parte de la sociedad: son un engranaje vital de los procesos sociales, porque son una fuerza aceleradora con la capacidad de ser y poseer el futuro, lo que resulta fundamental para la actual transformación mundial por efecto de los “procesos de globalización”. Así pues, los jóvenes aceptan los cambios y los anticipan.
De este modo, la juventud se transforma en un factor y actor en la sociedad, entendiéndose ya no sólo como una fase de transición, sino como una generación independiente; una generación social que quiere describir un periodo del ciclo de vida con características esenciales propias, con una identidad en construcción que es parte activa de la sociedad.
Los efectos globales –visibles en la economía, cultura, tecnología y ciencia, así como en la ideología discrepante- abren la puerta para fomentar cambios en los jóvenes. Así que surge la postura juvenil respecto a la globalización, pues se les trata de convencer con publicidad para que sean partidarios de ella. Sin embargo, también se crea la conciencia acerca de sus peligros (uno de ellos es el alimentario, que abordamos en esta investigación) porque finalmente son los jóvenes, nuestro objeto de estudio, quienes serán afectados por esta corriente neoliberal, y por las decisiones que respecto a ella tomen, como las consecuencias en su salud al elegir productos artificiales y transnacionales en vez de los propios y naturales, pues tendrán que vivir o esas secuelas.
Los jóvenes conforman un nuevo modo de vivir, de habitar (y habituar) al mundo. Es por eso que resulta imprescindible formar buenas bases en ellos e influir en su forma de pensar y actuar, y crear opciones para su desarrollo.
La juventud es la vorágine de los procesos de globalización. En el caso de los mexicanos, está muy implantada la idea de modernización y la venta de la “ideología del empresario” para hacerlos pro capitalistas y un magnífico blanco del consumismo.
Alimentación
1. DEFINICIÓN
Es la acción de ingerir de manera voluntaria y consciente. Consiste en obtener una serie de productos naturales o transformados conocidos como alimentos que se ingieren por hábito o costumbre, tengan o no un valor nutricional.
1.1 Alimento
Es cualquier objeto o sustancia elaborada o semielaborada, sustraídas de la naturaleza o transformadas por el hombre. Ésta debe ser apta para alimentar y nutrir a un ser vivo; debe contener al menos un elemento nutritivo necesario para su crecimiento y desarrollo dentro del estado de salud, y para su mantenimiento.
2. HÁBITOS ALIMENTICIOS
Los hábitos se van adquiriendo desde la infancia, impuestos por los padres, especialmente la madre, quien quizás sabe cuáles son los alimentos que les ayudarán a crecer sanos y fuertes, pero por falta de recursos económicos, tiempo o simplemente costumbre (malos hábitos), no se los proporciona.
Estos hábitos sufren diversas modificaciones, la primera de esas se da en la adolescencia durante la formación de la identidad, pues se modifican por la adquisición de patrones de alimentación de países industrializados.
Otro factor que influye en estas modificaciones de hábitos es el ritmo o estilo de vida (sedentarismo) de las personas, lo cual ocasiona que se conviertan en clientes de los establecimientos de comida preparada. Esto ha propiciado las siguientes consecuencias:
La descentralización consiste en la sustitución de las comidas completas a cambio del consumo de pequeñas comidas.
La temporalidad.- Consiste en el contraste de consumo de las comidas tradicionales, tanto principales como no principales, siguiendo la obediencia a horarios fijos en contraste con las nuevas comidas, en franjas horarias muy variables y amplias.
Sociabilidad alimentaria.- Se refiere a que las comidas tradicionales tenían como características la reunión de los miembros familiares o la reunión de los integrantes de los grupos de trabajo. Con los nuevos comportamientos alimentarios, los usos del tiempo están cada vez menos pensados para hacer de la comida una actividad en común, de manera que cada vez está menos concebida como la ocasión de comunicarse con la familia, amigos o colegas, el acto de comer se ha de socializado.
TIPOS DE ALIMENTOS
Cereales y tubérculos.- Este grupo aporta la mayor parte de la energía que necesitamos diariamente así como las vitaminas siendo una fuente importante en la dieta. Entre los ellos se encuentran el maíz (tortilla, tamales), trigo (pan, pastas, galletas y cereales para el desayuno) arroz y centeno. En los tubérculos se encuentra la papa y el camote.
Frutas y verduras; son la fuente de vitaminas C en la dieta aportando ácido fólico, carotenos, vitaminas K y minerales como el potasio y el hierro, deben consumirse de manera abundante y variada a lo largo del día.
Leguminosas y alimentos de origen animal.- Este grupo proporciona proteínas que son indispensables para el crecimiento, así como los minerales tales como el hierro, calcio, zinc y vitaminas. Entre las leguminosas se encuentran los frijoles, garbanzos, soya y habas, en lo que respecta a los alimentos de origen animal, provienen de la leche y sus derivados. Además, también están en este grupo la carne de pescado, res, pollo y el huevo.
Trastornos de la conducta alimentaría
Se caracterizan por alteraciones graves en la conducta alimentaría, que a su vez se relacionan con el comportamiento respecto a los hábitos de la alimentación, la elección de los alimentos que se ingieren, la preparación culinarias y las cantidades ingeridas.
Intervienen factores como la fisiología del apetito y la sociedad, aspectos socioculturales, familiares y alteraciones del apetito. Son enfermedades mentales en las que el miedo a engordar, la alteración de la percepción de la imagen corporal y del peso, así como el pensamiento obsesivo en la comida conllevan a una grave modificación de la conducta alimentaría ocasionando problemas médicos los cuales pueden en riesgo la vida.
4.1 Bulimia
Significa “hambre de buey”, se deriva del griego bous que significa buey, y limos que significa hambre. Se inicia generalmente al final de la adolescencia y el principio de la vida adulta, el curso de la enfermedad puede ser crónica o intermitente, con periodos de abstinencia alternadas con atracones.
En este tipo de trastornos se suele recurrir a los vómitos con la idea equivocada de expulsar todo lo que se comió, aunque cerca de las dos terceras partes se absorbe antes de vomitarlo, por lo cual este método no da resultado y tiene consecuencias que ponen en riesgo la vida.
Significa “No tener apetito”, aunque esto no es totalmente correcto, pues es muy rara la pérdida de apetito. Es una enfermedad psiquiátrica que requiere tratamiento especializado.
La edad promedio de inicio es de 17 años de edad, aunque lamentablemente en la actualidad se da en edades tempranas. Según los casos restringidos, se da con mayor frecuencia en las mujeres, pero se ha incrementado en los últimos años el índice de hombres con esta enfermedad.
El inicio de la enfermedad se asocia con frecuencia a uno o varios acontecimientos estresantes. Se caracteriza porque la persona se rehúsa a comer, siente miedo intenso a estar gorda y padece una distorsión de la imagen corporal; la persona afectada se ve a sí misma gorda a pesar de que su peso sea bajo y esté dentro de lo que se considera sano para su edad, sexo y estatura.
Es un trastorno metabólico, el cual se presenta en la mayor parte de la población mexicana. Se manifiesta cuando la ingestión calórica supera los requerimientos energéticos del organismo, y está caracterizada por una acumulación de grasas (triglicéridos) en el cuerpo.
Puede ser un factor de riesgo, pues las estadísticas muestran que los índices de mortalidad son mayores que en la gente delgada. Se considera obesidad cuando el peso corporal excede del 10 al 15 % de lo normal.
Las causas principales son el hipotiroidismo, la deficiencia hormonal, problemas emocionales y los malos hábitos dietéticos que son implantados desde una alimentación habitual con contenidos altos en grasa de origen animal, azúcares y fibra alimenticia.
5. DESNUTRICIÓN
Significa carencia de uno o varios nutrientes básicos para el organismo, algunos de los síntomas vienen acompañados de otras enfermedades.
La principal característica en las personas que la padecen es el peso menor que el normal, repercutiendo así en el rendimiento en el trabajo y aprendizaje. Uno de los elementos que influye es la mala alimentación. Durante la etapa de la juventud se requiere mayor cantidad de vitaminas D, fósforo y otros nutrientes.
lunes, 4 de junio de 2007
TRABAJO DE CAMPO
Se analizarán los hábitos alimenticios de los jóvenes de 18 a 27 años y la influencia de la globalización en ellos.
Técnicas:
Usaremos técnicas cuantitativas como el análisis de contenido y la encuesta. La herramienta de la encuesta es el cuestionario.
Análisis de contenido sobre anuncios publicitarios de comida
OBJETIVO: conocer la difusión de publicidad acerca de comida en la programación de los canales:
2- 17 a 18 hrs.
4- 16 a 17 hrs.
5- 11 a 12 hrs.
7- 18 a 19 hrs.
9- 19 a 20 hrs.
ANÁLISIS:
En los canales 4 y 9 hay escasa emisión de anuncios referentes a alimentos. Pensamos que esto se debe al público al cual está enfocada la programación (adultos mayores). Ya que las empresas de comida buscan captar en mucho mayor proporción la atención de los niños y jóvenes. Además, el objetivo de esta investigación requiere analizar los productos alimenticios consumidos por los jóvenes.
El canal 5 está dirigido principalmente a los niños y jóvenes. Pasaron cuatro bloques de anuncios, la mayoría de comida y juguetes. Las marcas predominantes fueron Marinela, Coca-cola, Bimbo y Gamesa.
Con base en los datos anteriores, pensamos que se educa a los niños para ser consumistas de comida chatarra (como las marcas arribas descritas que no contienen nutrientes). Y por lo tanto, estos niños crecen con malos hábitos alimenticios que repercuten en su salud y provocan enfermedades.
Por ejemplo, en este canal se pudo observar un anuncio de Mc Donald´s. En él, enuncian la frase: “¿sabes por qué bajamos el precio de la Cajita Feliz?”. Después se observan muchos niños sonriendo con su cajita feliz y, al igual que sus padres, se ven muy felices. Finalmente, el comercial termina con la frase: “Para hacer más sonrisas”. Se puede observar, entonces, que esta empresa de comida rápida garantiza la felicidad de los pequeños consumidores y de sus padres, si éstos les compran los productos que vende Mc Donald`s.
El canal dos está dirigido a la familia. Los anuncios transmitidos en él se enfocan a productos (todos ellos tienen conservadores) para la preparación de alimentos. Una tercera parte de los bloques comerciales está dedicada al consumo de alimentos como pizzas, jamón y agua.
Se transmiten anuncios de la Costeña (marca con mayor presencia en estos bloques publicitarios) que enfatizan el consumo de alimentos preelaborados, cuya preparación le resta nutrientes a los platillos, pues siempre resulta más sano comer alimentos preparados con ingredientes frescos y sin conservadores que enlatados.
Finalmente, el canal siete está dirigido a la población juvenil. En los tres bloques publicitarios transmitidos durante una hora, la mayoría de los anuncios pertenecían a la marca de pastelitos Marinela. En los resultados de la encuesta se constató que esta era una de las marcas más consumidas por los jóvenes (18-27 años). Por lo cual nos pudimos dar cuenta que la repetición de este tipo de anuncios influye en los gustos alimenticios de este grupo social.
ANÁLISIS DE LAS ENCUESTAS Y RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
1.- ¿Cómo era la alimentación en el México antiguo?
Basada principalmente en maíz, fríjol, calabaza, chile, nopal y tortilla.
Se consumía la carne de guajolote, desde ese entonces ya era preparada con mole, y el perro.
Los insectos constituían parte importante de su dieta; algunos de los principales eran: los gusanos de maguey, los escamoles, los chapulines, el ahuahutle y los jumiles.
Existía gran variedad de frutas todo el año como: jícama, chirimoya, zapote, guayaba, tejocote, capulín, ciruela, guanábana, nanche, mamey, papaya, piña y coco.
Un alimento que fue utilizado como moneda durante los intercambios fue el cacao, además con este se preparaba una bebida, a base de agua, espumosa y fría.
La complexión de los pobladores de México era delgada, dado que hacían arduas jornadas de trabajo en el campo y ayunaban como ofrenda a sus dioses, teniendo como habito alimenticio ingerir sólo dos comidas al día.
2.- ¿Cuáles fueron las consecuencias en los hábitos alimentitos después de la llegada de los españoles?
Con la llegada de los españoles hubo una mezcla de todos los alimentos originarios de México con los traídos de España como: trigo, arroz, cerdo, res, azúcar, especias y aceites.
También se introdujeron productos de origen animal como: leche, huevo, manteca y queso.
Fundiendo a dos mundos en una sola gastronomía, enriqueciendo el cacao con leche y azúcar; tortillas transformadas en garnachas: sopes, tostadas, chalupas, tacos, enchiladas, chilaquiles, gorditas. Los tamales esponjosos por la manteca; el mole con pollo y ajonjolí; los frijoles con queso y crema, y el cocimiento de todos los alimentos en ollas.
3.- ¿Cómo ha transformado la globalización los hábitos alimenticios en la población juvenil de México?
La globalización es un proceso que busca uniformidad política, económica, cultural e ideológica, eliminando fronteras y aranceles. De esta forma, los países desarrollados ostentan el poder y ejercen dominación sobre los países en vías de desarrollo. Esto se ve reflejado en México a causa de la importación de productos extranjeros de todo tipo (ropa, tecnología, modelos sociales y comida).
Otra característica de la globalización es el ritmo de vida acelerado que modifica las actividades cotidianas de las personas. El crecimiento demográfico, por ejemplo, ocasiona escasez de empleo. Cada vez hay menos oportunidades de trabajo para los jóvenes, lo que provoca que necesiten mayor preparación académica para obtener un trabajo. Desgraciadamente, hoy en día un título universitario no asegura un puesto laboral. Como consecuencia, los jóvenes se preocupan por cubrir esta exigencia social y descuidan su persona y su salud.
Una parte importante de ésta es la alimentación. Por eso, las empresas transnacionales han sabido aprovecharse de esta necesidad fundamental de la gente y la han adecuado al estilo de vida que la misma globalización establece, creando productos alimenticios de fácil y rápida preparación y bajo costo. Por ejemplo, las sopas instantáneas como Maruchan, y las franquicias de comida rápida como Mc Donald´s, Burger King, etc.
Debido al estrés que provoca vivir en una sociedad global, los jóvenes buscan la practicidad a la hora de comer y esto, en lugar de procurar su salud, la afecta.
3.1 ¿Qué comen hoy en día los jóvenes?
Con base en las encuestas que se aplicaron, se demostró que la mayor parte de los jóvenes no comen en su casa, sino en fondas o puestos callejeros de comida. Además acompañan sus alimentos con productos de empresas trasnacionales. El ejemplo más representativo es el consumo de refrescos Coca Cola con la comida.
Los jóvenes ingieren comidas de rápida y sencilla preparación y consumo, además de económicas y que sean de rápido acceso. Por ello es que se comen en gran cantidad las garnachas y productos que se venden en establecimientos informales ubicados cerca de las empresas, lugares de trabajo y las escuelas. Por ejemplo, es muy popular el consumo de tortas, tacos, enchiladas, comida corrida, quesadillas etcétera.
Cuando no se cuenta con el tiempo para comprar y consumir esto se recurre a los productos empaquetados, como frituras (la marca más mencionada en la encuesta fue (Sabritas) galletas. (Bimbo y Marinela) dulces, etcétera, para llenar el vacío en el estómago.
3.2 ¿Cuáles son las principales repercusiones en la salud de los jóvenes por los cambios en su alimentación?
Debido al poco tiempo para comer y planificar su alimentación, los jóvenes no toman en cuenta el valor nutrimental de lo que consumen, sólo buscan distraer el hambre.
Esto se vio completamente reflejado en las encuestas, pues la mayoría de los jóvenes no comía a sus horas ni en su casa sino en puestos callejeros que, muchas veces, no cumplen con las normas de higiene requeridas para su venta. Además, los alimentos que aquí se consumen no representan una comida completa porque son muy ligeros debido a su practicidad y provocan deficiencia en la ingestión de nutrientes que el organismo requiere para estar sano.
Esto afecta directamente a su salud con enfermedades como:
-Obesidad
4. ¿Cómo influye la publicidad en los jóvenes para el consumo de alimentos introducidos por la globalización?
Los productos más consumidos son los más difundidos por los medios masivos de comunicación como la televisión. Por ejemplo, una de las marcas más mencionadas en la encuesta en cuanto a pan, galletas y pastelitos se refiere es Marinela. En el canal siete de TV Azteca que en una hora de programación predominaron los anuncios de esta marca.
La publicidad fomenta el consumo de determinados productos, en especial la comida chatarra producida por la globalización que preserva a las empresas transnacionales. A su vez, dicha situación establece un estilo de vida que cae en una contradicción pues la publicidad y la sociedad global exigen delgadez consumiendo chatarra, de modo que se opta por los productos Light supuestamente más saludables pero, en realidad, siguen siendo chatarra.
Muchas veces se puede ver, por ejemplo, jóvenes con los clásicos estereotipos de belleza, comiendo hamburguesas de Mc Donald´s, frituras Doritos, Chocolates y pastelillos Marinela que aparentemente son saludables ¿y en verdad lo son? Desde luego que no. Su contenido, como lo habíamos referido con anterioridad, es bajísimo en nutrientes complementando aquel vacío con energéticos, sea carbohidratos, grasas, azúcares, etcétera.
Esto influye en la salud de los jóvenes, produciendo enfermedades como:
-Bulimia
-Anorexia
Anorexia, una enfermedad de la juventud
La gran preocupación por la imagen y mantener un bajo peso ha derivado en un considerable incremento de los casos de anorexia y bulimia en adolescentes cada vez más jóvenes, dice el psicólogo Jaime Rojas.“Anteriormente se trataba de jóvenes a partir de los 18 ó 19 años, pero hoy tenemos muchachitas que desde los 13 presentan estos problemas”, indica.Refiere que en los pacientes con bulimia o anorexia hay una alteración grave de la percepción sobre su propia imagen corporal, lo que lleva a la persona a ingerir grandes cantidades de alimento para después devolverlo o dejar de comer, respectivamente, todo esto porque hay un miedo muy fuerte a engordar.“La anorexia y la bulimia son padecimientos que se presentan sobre todo en las mujeres, pero cada vez son más los varones que también lo padecen, por los estereotipos que maneja la publicidad, donde se establece que la gente debe ser muy delgada”, comenta.“Sin importar que la persona esté delgadísima, la alteración que tiene en su percepción le dice que es gorda, así que va a evitar a toda costa comer, aun cuando tenga mucha hambre”, agrega; “hay casos que llegan a la muerte, forzosamente estos pacientes requieren terapia psicológica y hasta tratamiento médico”.El psicólogo explica que las personas, principalmente jóvenes de entre 15 y 25 años, combinan la anorexia con la bulimia, pues el padecimiento no les quita el apetito, sino su necesidad de no comer.“El individuo llega a ingerir descontroladamente el alimento, montones de comida y muy rápidamente”, expone; “hay una total falta de control respecto a la forma de comer, es completamente desesperado”.Señala que, cuando la anorexia o la bulimia se complican, la persona llega a presentar síntomas físicos como hipotensión, estreñimiento, pérdida de caracteres sexuales secundarios y alteraciones en la piel.Ayuda de ExpertosPara el psicólogo Jaime Rojas, resulta muy conveniente que las personas que padezcan de anorexia o de bulimia se pongan en manos de un especialista que valore la gravedad del caso y la necesidad o no de ingresarle a un centro de rehabilitación, según su estado de salud, además de analizar el estado psicológico del paciente.Explica que la adolescencia es una etapa muy susceptible en donde los jóvenes adoptan modelos a seguir, que pueden ser actores, músicos, deportistas, que influyen en su percepción de cómo quieren verse.Saludos CordialesDr. José Manuel Ferrer Guerra (Tomado de Alimentaria México, México,
2006)
Recuento de la encuesta aplicada a jóvenes a cerca de los Hábito Alimenticios
Edad: 18 –27 años
Sexo
Mujeres: 56 %
Hombres: 44 %
Ocupación
Estudiantes: 97 %
Estudia y/o trabajan: 3 %
Que lugares frecuentas para comer: Fondas, puestos en la calle, restaurantes y, finalmente, lugares donde se vende comida rápida (Mc Donald´s y/o Burger King).
Respuestas acomodadas en forma descendente, según la preferencia que tuvieron.
Normalmente que marcas consumes más.
De las marcas más mencionadas:
Refrescos: Coca- cola, Pacual y Jarritos.
Frituras: Sabritas, Barcel y otras.
93 % Sabritas
4% Barcel
3 % Marcas independientes
Dulces: la marca más mencionada fue Sonric´s
Galletas, pan: Bimbo, Marinela, Gamesa (marcas más mencionadas)
35% Bimbo
30% Marinela
21% Gamesa
14% Marcas independientes
Frutas y Verduras:
¿Con qué frecuencia comes fuera de tu casa?
26% Diario
27 % Una vez por semana
24% Tres veces a la semana
21% Solo fin de semana
2% Nunca
¿Consideras que tiene una buena alimentación?
¿Cuál crees que es la causa determinante de tu mala alimentación?
¿Consideras que al alimentación actual es menos nutritiva que al de tus abuelos?
¿Que factores crees que han influenciado para que la alimentación sea menos nutritiva?
1- El ritmo de vida
2- La llegada de empresas de comida rápida
3- Modelos impuestos por al publicidad
¿Por que piensas que estos factores afectan tu alimentación?
Ø No alcanza el tiempo
Ø Porque facilita al ritmo de vida
Ø Los alimentos contiene conservadores
Ø Son más económicos
¿Habitualmente comes platillos típicos mexicanos?
¿Cuáles son?
· Enchiladas
· Mole
· Pozole
· Uno de cien encuestados respondió: Tlayudas, jumiles, macoles, pulque
(Alimentos que más se repitieron en las encuestas)
Para ti en que consiste una buena alimentación:
- Una dieta balanceada
- Comer a tus horas (3 comidas al día)
¿Cual es tu dieta diaria?
Desayuno:
- leche
- pan (alimentos más mencionados)
- fruta
Comida:
- Comida corrida:
· Sopa
· Guisado
· Postre
Incluye bebida en muchos casos
Cena:
· Café
· Leche
· Pan
· Comida del día anterior
CONCLUSIONES
A lo largo de la investigación, la hipótesis se demostró, ya que la encuesta permitió corroborar que el ritmo acelerado de vida limita cada vez más el tiempo dedicado a la alimentación. Asimismo, las empresas de alimentos han aprovechado el auge publicitario para difundir el consumo de comida chatarra.
También se observó que un alto porcentaje de los encuestados piensa que la comida típica mexicana consiste únicamente en las “garnachas”. No lo desmentimos, pero existe tal riqueza en la gastronomía mexicana como para reducirla a sopes, quesadillas y gorditas.
Si bien a lo largo de la investigación se ejemplificó constantemente con la llegada de empresas transnacionales alimenticias (la fast food) a México como iconos de la globalización, gracias a las encuestas se verificó que cuando los jóvenes buscan algo rápido y económico para comer, debido al poco tiempo que poseen, prefieren fondas o puestos callejeros. Demostrando entonces que la mayor repercusión en los jóvenes por efecto de la globalización, no es el consumo en -por mencionar los más famosos en el País- de Mc Donald´s o Burger King, sino la precariedad de tiempo para alimentarse sanamente.
A pesar de que el consumo de fast food no supera al de fondas o puestos callejeros, los hábitos alimenticios de los jóvenes no son saludables ya que, en cambio, consumen “garnachas” y otros alimentos no nutritivos que, por si fuera poco, no comen a sus horas, es decir, cuando el organismo lo requiere.
Cabe destacar que, contrario a lo que se especuló en un principio, los jóvenes sí consumen comida rápida mexicana: las “garnachas” (es barata, grasosa y fácil de encontrar en cualquier sitio), aunque –comparada con la comida de Mc Donald´s o Burgués King- contiene más nutrientes.
La comida mexicana no sólo es sabrosa y –si se prepara correctamente- nutritiva: junto con la china y la francesa representan las tres mejores del mundo (Del Paso, Fernando; México, 2002: p. 1043). En el México antiguo, las mujeres preparaban tamales para festejar sólo las grandes celebraciones. También hacían tortillas pero éstas se comían a diario; los tamales, en cambio, se consumían sólo en las ocasiones más relevantes del calendario religioso (Pilcher, M.; México, 2001, p. 13)
El nombre de nuestra investigación representa la lucha de este alimento milenario (los tamales y, en general, toda la comida tradicional) contra la invasión de la hamburguesa y el refresco de cola de las empresas transnacionales. A pesar de éstos, hemos comprobado que –al menos entre los jóvenes estudiados- sigue enraizado el gusto por la comida nacional. Por eso, en esta guerra que se seguirá dando mientras la globalización se extienda, la primera batalla la han ganado los orgullosamente nacionales tamales.